Detrás del diseño de los espacios encontramos varios problemas que encierran a la gran mayoría de obras destinadas al mejoramiento del espacio público, expuestos a continuación:
1. El espacio del parque de las luces sustituyó la invasión del espacio público por personas “indigentes” y otras personas que convirtieron esa antigua plaza de mercado en un lugar totalmente “decadente”, donde el uso de drogas, la prostitución y los malos hábitos hacían parte de la rutina de aquel lugar. Se pensó en bienestar social. La instauración del parque comenzó con el desplazamiento de esta gente, “sacar a una persona de su hogar” fue la política escondida detrás de la idea de embellecer y educar a la ciudad, de la idea de seguridad pública entre otras.
Así pues los problemas mencionados anteriormente fueron solucionados; el “pueblo” quedó satisfecho, ya no habían problemas de inseguridad y se podía transitar “libremente” claro está, con la policía al lado todo el tiempo. Adicionalmente un lugar turístico fue generado instantáneamente, “bello”.
Lo que preocupa realmente de esta situación es que detrás de ese nuevo “punto blanco”, se encierra el impacto agresivo relacionado con el desplazamiento de los habitantes de la manga existente anteriormente que aunque bajo condiciones desfavorables vivían, crearon en sus cabezas y en la de los observadores del paisaje, un sentido de pertenencia, un lugar habitable que se queda estrechamente relacionado con sus emociones.
¿Qué pasó con esta gente?, ¿su situación mejoró?, ¿a quien le conviene más este espacio?, son preguntas que queremos se formulen a partir de nuestra intervención.
Empezamos con una reflexión esperando que se convierta en ese grano de arena que falta para completar los 10 kilos de peso adecuados para mover la balanza.
¿Cambiará algo en la mente de arquitectos, diseñadores, artistas, científicos y personas del común, cuando vean lo poco que se soluciona con sus obras?
2. Curiosamente estábamos allí sentados en las bancas junto a la biblioteca, repentinamente oímos un grito, un grito paisa. De hecho era un señor que al lado tenia un perro con su celador a bordo. ¿Qué pasaba?
Vimos al señor guardando su almuerzo, y al policía diciéndole que desalojara el lugar, no se trataba de ningún indigente, nadie agresivo, sencillamente uno de los trabajadores que llevan su almuerzo al parque y ya, señor de corbata y zapatos de cuero elegantes color negro.
Fue entonces cuando al pararse de su lugar, este señor gritó “este es un punto blanco”, ¿Qué quiso decir?, lo dejamos a la conciencia de cada uno, solo les decimos que un amigo nuestro se recostó en el piso y lo hicieron parar inmediatamente…….. como se dice popularmente en Bogotá...!que video!.
1. El espacio del parque de las luces sustituyó la invasión del espacio público por personas “indigentes” y otras personas que convirtieron esa antigua plaza de mercado en un lugar totalmente “decadente”, donde el uso de drogas, la prostitución y los malos hábitos hacían parte de la rutina de aquel lugar. Se pensó en bienestar social. La instauración del parque comenzó con el desplazamiento de esta gente, “sacar a una persona de su hogar” fue la política escondida detrás de la idea de embellecer y educar a la ciudad, de la idea de seguridad pública entre otras.
Así pues los problemas mencionados anteriormente fueron solucionados; el “pueblo” quedó satisfecho, ya no habían problemas de inseguridad y se podía transitar “libremente” claro está, con la policía al lado todo el tiempo. Adicionalmente un lugar turístico fue generado instantáneamente, “bello”.
Lo que preocupa realmente de esta situación es que detrás de ese nuevo “punto blanco”, se encierra el impacto agresivo relacionado con el desplazamiento de los habitantes de la manga existente anteriormente que aunque bajo condiciones desfavorables vivían, crearon en sus cabezas y en la de los observadores del paisaje, un sentido de pertenencia, un lugar habitable que se queda estrechamente relacionado con sus emociones.
¿Qué pasó con esta gente?, ¿su situación mejoró?, ¿a quien le conviene más este espacio?, son preguntas que queremos se formulen a partir de nuestra intervención.
Empezamos con una reflexión esperando que se convierta en ese grano de arena que falta para completar los 10 kilos de peso adecuados para mover la balanza.
¿Cambiará algo en la mente de arquitectos, diseñadores, artistas, científicos y personas del común, cuando vean lo poco que se soluciona con sus obras?
2. Curiosamente estábamos allí sentados en las bancas junto a la biblioteca, repentinamente oímos un grito, un grito paisa. De hecho era un señor que al lado tenia un perro con su celador a bordo. ¿Qué pasaba?
Vimos al señor guardando su almuerzo, y al policía diciéndole que desalojara el lugar, no se trataba de ningún indigente, nadie agresivo, sencillamente uno de los trabajadores que llevan su almuerzo al parque y ya, señor de corbata y zapatos de cuero elegantes color negro.
Fue entonces cuando al pararse de su lugar, este señor gritó “este es un punto blanco”, ¿Qué quiso decir?, lo dejamos a la conciencia de cada uno, solo les decimos que un amigo nuestro se recostó en el piso y lo hicieron parar inmediatamente…….. como se dice popularmente en Bogotá...!que video!.
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